Vi la silueta balanceándose tal si fuera hoja al viento, desnuda sin pudor, distanciada y erguida, vagando de calle en calle, callejón en callejón. ¿Qué busca? No consigo entender se nota fatigada quizás por dar tantas vueltas. El aullido de un perro le hace parar en seco dándole un toque escalofriante al ambiente. Son pocas las luces que alumbran indefensas, pasan ya de las 12am y las estrellas se mantienen tendida en la piel de aquel cielo divorciado del reflejo de la luna de plata; no se hasta cuando estarán separados. Con la misma soledad fría persistente se torna la noche. El viento con desespero agita las ramas secas de los arboles que sin querer han despertado para formado parte de la escena. Desde lo alto de un tejado abandonado a gritado un gato interrumpiendo el sueño de aquellos que dormitaban, de esos suelen haber pocos la mayoría siempre se desvelan. En las aceras como mariposa vuelan las páginas del periódico con las noticias mas recientes del país, rodando y rodando sabrá Dios con que fin, pero sin interrumpir la caminata de la solitaria sombra gris, que ha dibujando su intranquilidad en las paredes de los bares, en los pisos y en los cristales. Se aparta de las luces para evitar desvanecerse y no cumplir con su objetivo. Ahora le veo llevar un maletín azul ¿Qué guardara? Es mi pregunta, quizás recuerdos borrosos y pereza es lo que enmarca su actitud o puede que este vacía. El tiempo fue detenido en un momento tal si fuera un acto de magia, las estrellas fueron desapareciendo del firmamento, tornando este una tonalidad diferente entre blanco y rojo.
jueves, 5 de enero de 2012
La Sombra gris
Vi la silueta balanceándose tal si fuera hoja al viento, desnuda sin pudor, distanciada y erguida, vagando de calle en calle, callejón en callejón. ¿Qué busca? No consigo entender se nota fatigada quizás por dar tantas vueltas. El aullido de un perro le hace parar en seco dándole un toque escalofriante al ambiente. Son pocas las luces que alumbran indefensas, pasan ya de las 12am y las estrellas se mantienen tendida en la piel de aquel cielo divorciado del reflejo de la luna de plata; no se hasta cuando estarán separados. Con la misma soledad fría persistente se torna la noche. El viento con desespero agita las ramas secas de los arboles que sin querer han despertado para formado parte de la escena. Desde lo alto de un tejado abandonado a gritado un gato interrumpiendo el sueño de aquellos que dormitaban, de esos suelen haber pocos la mayoría siempre se desvelan. En las aceras como mariposa vuelan las páginas del periódico con las noticias mas recientes del país, rodando y rodando sabrá Dios con que fin, pero sin interrumpir la caminata de la solitaria sombra gris, que ha dibujando su intranquilidad en las paredes de los bares, en los pisos y en los cristales. Se aparta de las luces para evitar desvanecerse y no cumplir con su objetivo. Ahora le veo llevar un maletín azul ¿Qué guardara? Es mi pregunta, quizás recuerdos borrosos y pereza es lo que enmarca su actitud o puede que este vacía. El tiempo fue detenido en un momento tal si fuera un acto de magia, las estrellas fueron desapareciendo del firmamento, tornando este una tonalidad diferente entre blanco y rojo.
Unas gotas de lluvias acabaron rompiendo la helada situación, humectando la aridez de la tierra, Como si entonaran una melodía se deslizaban con elegancia sobre las hojas sedientas de aquel día. ¿Que sucedió con la silueta? Ha si, al sentir la presencia del agua fría busco un sombrero ancho en su maletín con el fin de cubrirse, con rapidez se dirigió al puerto y se esfumo confundiéndose entre el brillo de la lluvia y la oscuridad.
martes, 22 de junio de 2010
Desolacion
El viento ha golpeado muy fuerte con su garra violenta, abriendo de golpe las puertas, estas con el mismo coraje se cerraron, dejando a la vista un hilo de luz; mas efímera que el escándalo que se produjo en el intento por abrirse. En aquella claridad pude ver el día, después de mucho tiempo, pude soñar, sonreír. Ha gritado la ráfaga de brisa salpicando mis recuerdos que llegan como barcos a la costa, ahora no sé si cantar esas melodías de la radio, o llorar mi tristeza junto aquellas palabras que aun juegan con la niña en mis ojos , sino fuera por que vi de cerca, aunque muy breve aquel hilo de luz juraría que aun no he despertado de esa inquietante pesadilla; me pregunto será mañana hoy? Hoy será mañana? En fin aun no logro conocer la tela de araña del cual depende este acertijo. Volveré si claro eso recuerdo, ¿pero cuando? La espera se ha tornado extensa, jamás dude de sus palabras. ayer cuando todo parecía un paraíso cuando las calles eran dulce y transitadas por jóvenes ancianos y niños, ayer cuando las puestas coqueteaban las olas y la marea subía tan alto tratando de robarle un beso, y después llegaban las estrellas y detenían todo llevándolo nueva vez a su ritmo normal. He aquí donde la ilusión comienza, desde aquel mensaje que leí en el computador. Era un 14 de febrero pintoresco, no cabe duda del sentimiento que en su corazón florecía, acepte, con mis dudas que a cada instante me perseguían, pero era mas grande las palabras que en mi computador me sorprendían. Cada noche soñaba con tantas cosas bellas dejando a un lado el mundo y su cultura. Mi tiempo se de tuvo solo habían montones de expresiones en mi rostro, como esas sonrisas que de vez en cuando se pintan en los labios de los enamorados. Dicen que somos capaces de dirigir nuestras decisiones, pero existe algo mucho mas peligroso, sigiloso y profundo que atrapa a todos los seres humanos y lo Cega, plasmándonos a ese ser amado como en un yugo de hierro, haciéndote sentir como si estuvieras en el mismo paraíso, sin darte cuenta das zancadas en el aire. De ti aprendí bastante, me detuve frente a todo lo que antes pasaba desapercibido, descubrí los colore de arcoíris, la alegría que esbozan las personas en mi caminar, lo brillante del cielo cuando se viste de estrella, las figuras que dibujan las nubes. Fuiste mi maestro yo simplemente una de tus tantas aprendices, de eso no estoy segura, tampoco te juzgo si fue de ese modo, para que si eres ave libre.
Ahora No hay tiempo para eso, tampoco viene al caso. Aun no consigo entender si es lunes, sábado, jueves desconozco la fecha. Las líneas del sistema eléctrico están averiadas, es mi ultimo recuerdo desde mi despertar las conexiones indican falla en mi computador. Intente por todos los medios buscar información de lo sucedido, no me permite mas buscadores, todas las ventanas intentan abrirse, pero es imposible envían un error de servidor , solo puede haber una alternativa el MSN, esperando conseguir una señal verde que a vive la paz en este trago amargo. Solo se rumora una noticias de alerta, un escándalo unidos al llanto y a la tristeza que envenena muy lento mi alma vistiendo de duelo las naciones, no hay respuesta no hay llamadas no hay señales ya no queda nada.
Un viaje a tu ciudad
En lo profundo de mi interior donde descansan mis recuerdos sumergí tus palabras dejando en libertad la imaginación de este modo se dibujo la silueta nocturna de una calle luminosa amplia y despejada. Fue entonces cuando Empecé a caminar por todo el lugar, saboreando el más mínimo detalle; Los faroles colgados de los postes y la brisa suave me hacían sentir en tu patria. Me detuve frente a la catedral que marcaba en lo alto de su estructura una hora absurda, Si era absurda la idea de pensar en el tiempo. Mis ojos de arriba a bajo la inspeccionaron resaltando la delicadeza con la cual fue construida hacían años atrás y hasta la fecha se vestía de gloria y elegancia, sus enormes puertas hecha de mármol fuerte se encontraban abiertas a pesar de lo tarde que estaba. Me extrañó que permaneciera tan sola decidid hacerle una breve compañía, despacito me acerque hasta llegar a su interior al principio me asusto cuando escuche con doble replica el sonido de mis pasos como si una multitud caminara a mi lado, era obvio el silencio estaba presente esa noche. Deje de pensar en las replicas que producía mis pisadas profundizando mas en el diseño gótico de aquella catedral de las tantas que rodean tu pueblo. Sus paredes muy altas mostraban ciertas figuras religiosas unas series de ángeles y santos muy conocidos. Pequeñas velas con sensatez avivaban ciertos espacios en especiales. Los bancos estaban muy bien distribuidos en filas rectas en un orden militar, a pesar de la cantidad. En el fondo muy lujoso se mostraba aquel altar en donde los sacerdotes precedían la eucaristía. Las flores no podían quedarse estaban por todas partes en diferentes tarros su aroma tenue daba vueltas en el ambiente y pensaba en ti . Había un rincón donde descansaban los instrumentos musicales, el piano, el tambor, la guitarra entre otros., con solo verlos nada más imagine lo hermoso que debe escucharse cuando aquel coro eleva sus canciones al cielo. Puesto que mi visita fue breve en cuanto pude dirigí mis pasos hasta la gran puerta con dirección a la salida. Al parecer allá fuera todos dormían el poco tráfico, las calles vacías, el pobre que recostando su cabeza esperanzadora soñaba con una vida resuelta hasta su despertar. De un extremo a otro el llanto de un niño se mecía como ola desvelando a una madre quien se levanta para el llanto apagar. ¡Oh!! Como no destacar lo bella que lucen esas casitas le he visto desde la distancia ya sin las luces encendidas, la verdad es que no dejan de parecerlo, los postes que descansan por doquier le hacen lucir radiantes cada una con una historia que contar algunas con frondosos arboles otras tan solitarias a no ser que un perro le guarde su entrada. Algunos puestos de comida rápida y centros comerciales permanecen en vigilia esperando un cliente que los pongan en marcha. Los puentes parecen pintados sin ningún movimiento. La música se mezcla en la lejanía, mientras se interponen el grillo declamando su poesía con mayor fuerza. Sin duda todo es como me habías contado, pero aun falta mucho por conocer.Continuaré visitando tu tierra, aunque se encuentre lejos de mis mares por la única aerolínea de llegar hasta ella, tomando el vuelo de la fantasia manipulado por mis pensamientos .
viernes, 23 de octubre de 2009
Secuestro del tiempo
Muy de mañana cuando el sol radica a la tierra en un bostezo sus primeros rayitos de claridad presentándonos la mañana. Mamá ya esta de pie agitada preparando mi lonchera, para luego llevarme a la escuela. Diariamente hace lo mismo, recoge arregla unas y otras cosas , plancha, busca mis zapatitos, alimenta el gato saca el perro….. Sin entender su fatiga, despacio, sigo sus pasos hasta que me reclama para que desayune con rapidez. Me toma del brazo y salimos, enfrentándonos con las demás personas, que llevan la misma prisa. Con desespero tocan las bocinas de sus autos, E Impacientes alzan su voces irritables mezclándose con el escándalo, culpan el policía del transito que al parecer da malas vías, o se quejan de aquel mal conductor que provoca infracciones, casi siempre es un problema. En la emisora nos acompañan aquellos tipos debatiendo cualquier situación sin llegar a un acuerdo. Mi alrededor gira a la velocidad del abanico de mi habitación, reflexiono suspiro, pienso para mis adentro lo agotador que es formar parte de esas gentes, de nada sirve la fatiga, mamá tarde o no, llegara a su trabajo, igual sucederá con las demás personas. Es evidente hay un culpable entre nosotros, debe ser ágil y ligero, puede que sea peligroso, el nos a marca con los minutos mientras nosotros giramos a su entorno, convirtiendo la noche en día, es una replica repetidora sin novedades. Lo he descubrí seré el héroe salvando el mundo de la situación, esta misma noche cuando todos dormían el estaba ahí expuesto en la mesita de noche, lo sostuve en mis manos en puntillas lo llevé distante, quiso defenderse con su minutera pero fui mas audaz, asegure muy bien sus desigualados brazos con cinta adhesiva, sin temor repetí la operación con cada uno de ellos. El sueño no he reconciliado, escucho su corazón palpitar en el silencio. También mamá ha despertado y lo buscándolo con desconcierto ¿no se para que? Si esta perdido y sin tiempo.
Fantasías de una niña
Era el inicio de la primavera recuerdo aquel atardecer cerca del río, pude observar como s e perdía el sol entre los relieves montañosos que rodeaba aquel lugar esplendido, la tarde trascurría muy lenta, era como si se tratase de un cuento. Todo parecía p erfecto desde el esplendor de las hermosas llanuras, hasta la sencillez de las flores y el p asto reluciente, la naturaleza hacia un ritual de bienvenida a la primavera. Pude observar un conjunto de mariposas que jugueteaban entre las flores, permitiendo lucir la tarde más bella. El viento soplaba a favor del día, como si me hipnotizaran no apartaba la vista de las montañas. Las palmeras se esmeraban bailando al son del viento. Podía decir que me encontraba en el paraíso, el pasto verde, el canto de las aves cruzando el cielo, más hermoso de lo acostumbrado, ofreciéndome un torbellino de nubes que por alguna razón me hacían feliz, me arroje al pasto, cerré los ojos, me centre en el canto de las aves, dejándome guiar por la naturaleza. No sé cuando tiempo mantuve los ojos c errados y el tiempo que permanecí en el lugar, solo se que el crepúsculo de la noche a rropo el valle fue motivo de mi despertar, mi cuerpo estaba helado, mi semblante h úmedo del roció, levantándome con cuidado me dirigí al hogar. A lo lejos podía d ivisar el humo de la leña y las luciérnagas que empezaban a formar parte del mundo n octurno. Mi viejo estaba fuera de la casa, sentado en una silla de guano donde a costumbraba con una taza de café, su mirada perdida en la luna que se aproximaba cuando regresé a la casa, con una expresión en su rostro me brindo una taza de café. M e dice que lo Acompañe, a contemplar la belleza de la naturaleza. La luna embellecía el cielo, con intensidad resplandecían los luceros. Señalando las llanuras y la luna inicio su historia la cual estaba acostumbrado a contar, era una rutina. Siempre dialogaba acerca de la noche decía que un lujoso vestido negro la adornaba decorados por costosos di amantes (refiriéndose a las estrellas) que a kilómetro sus destello alumbraban. y las estrellas fugaces, no eran mas que esos diamantes arrebatados por los avaros elfos que h abitaban en el espacio. Me mostró el mundo de forma diferente quería introducirme en u n mundo de fantasía, sueños y encantos, un mundo donde la inocencia reinara, me l lamaba princesa, así me sentía y todo lo imaginaba. Mi casa la cual el techo era de y agua, carecía de piso y la madera estaba desgastada, por el tiempo y la lluvia lo i maginaba un castillo hermoso. Donde existían duendes, hada, pasadizos secretos y las p aredes guardaban leyendas. No me importaba la apariencia de la casa. Sabia que mi viejo trataba de hacerme feliz, conocía el mundo real, estaba seguro que u n día lo descubriría, antes de que ocurriera construyo mi propio mundo. En vuelta en la llama de la ilusión dejándome llevar por el enigma de la historia permanecimos toda la noche concluía una historia, iniciaba la siguiente, lo admiraba se d irigía a mí con palabras muy sabia, siempre desee ser igual que él. Solía mirar su r ostro con mucha atención, incluso quise tener sus mechones blancos, el decía q ue eran rayos de sabiduría, desee con todo mi corazón poseerla para ser igual de sabia. D espués de un rato concluyo su historia observando la casa dijo: _ princesa mañana será otro día, con una sonrisa en su rostro, se dirigió a la casa. Permanecí un segundo mas e scuchando los grillos y la ranas que cantaban a la luna, esta cada vez iluminaba las m ontaña._ (Realmente no existen palabras para describir la belleza del milagro de Dios) m e despedí de la noche mientras entre en la casa. Dormíamos en un especie de hamaca, la yagua que cobijaba el techo tenia algunas grietas por la cual penetraba el r eflejo que observe hasta que del país de la fantasías, como acostumbro a contarme e scabullo el duende de la noche, al mundo de los sueños me envió. Al día siguiente con el canto de las aves y las gallinas desperté Abrase al abuelo como de costumbre al rió decidí visitar. Constantemente me complacía “era mi mundo” todo el camino tarareaba, me distraía con las mariposas. El sol saludaba con rayos que alimentaban mi pie, las palmeras volvían a moverse todo era semejante al día anterior, era la princesa más feliz de todos los cuentos, mis días fueron leyeran ocurría algo emocionante a cada instante, lo cual fue testigo mi cuaderno quien era mi único amigo. Q uería trasmitir mí felicidad a todo el mundo. Solo vivía con mi viejo, los vecinos era difícil saber de ellos, sé que había pero vivían muy distantes de nosotros. M i madre trabajaba en la ciudad, pasaba años sin saber de ella, mi vida era el abuelo e n algunas ocasiones mi madre intento llevarme a la ciudad, el llanto fue mas intenso y todo fue imposible, nunca imagine mi vida fuera de aquel paraíso, creí que las personas era n iguales a mí, que soñaban que vivían felices, pensé que todo era similar a mí mundo . Recuerdo que visitábamos una pequeña iglesia, en algunas ocasiones nos d irigíamos en caballo, prefería ir caminando era mas emocionante. Estaba a 2 horas de c amino. Solos los domingo celebraban las misas, ya que muy pocos de votos asistían q uizás por la distancia. En el camino el abuelo me divertía, hablaba de la vida me c ostaba entender sus palabras y sus acertijos, no prestaba mucha atención corría de un l ado a otro detrás de las aves silvestres. La iglesia estaba en la sima de una colina no m uy alta. El pasto verde cubría junto a las flores ambos extremos del camino que c onducían a la ermita. Allí había una virgencita me deleitaba observándola, tenía p uesto un vestido azul, que cubría sus pies, un velo en su cabeza, una nube la sostenía. s us ojos deslumbrante juraría que estuvieran observándonos, permaneció un tiempo o rando, no me aparte de su lado continuaba concentrada en la imagen y en el bebé que s ostenía con su brazo derecho, con la izquierda señalaba el cielo, una sonrisa pintada en s u rostro, sus cabellos parecían estar moviéndose con el aire, creería que estuvieran con vida. Horas después regresamos al hogar, el tiempo trascurrió cada día fueron aventuras y recuerdos inmemorables. Jamás olvidarte la víspera de Navidad mi madre nos envió algunas frutas y golosinas para celebrar. se marcho el abuelo muy temprano al p ueblo a recoger el paquete, desde la ventana lo observe hasta que su silueta se perdió e ntre los sauces. La navidad la percibí, manifestándose a través de la neblina decorando e l valle, matizando la hierba. Los ruiseñores estremecían con sus cantos jugando entre los árboles. Las ninfas que habitaban mi universo bailaban en el aire fresco, mientras c ontemplaba la naturaleza, esperado entusiasmada al abuelo quien regreso al atardecer con el paquete exhausto debido al viaje. Corrí hasta el recibiéndolo con besos y brazos. Recibió las cartas y obsequios que mi madre enviaba de la ciudad que yo d esconocía, al llegar al hogar desate los paquetes revise todo, recuerdo el aroma de las frutas expandiéndose por toda la casa, mi felicidad sobre pasaba los limites era inefable la mejor víspera, regalos, lechón, frutas. Agradecía a Dios y a mi viejo por hacer r ealidad otras de mi fantasía. La tarde se perdió en el horizonte, el preparaba la mesa y o distribuía las frutas decorando las Bandejas con dulces ensaladas, para servir lo deseado, en el centro de la mesa colocamos un candil qué alumbraba el lugar, antes de empezar el festejo ofrecimos nuestras vidas a Dios le agradecimos por permitirnos celebrar juntos la víspera de navidad y el cumpleaños del abuelo. Todo culminó tan rápido que el recuerdo quema mi pecho, permitiendo que mis ojos liberen una lagrima fría que trituro mi corazón, derrumbando mi alma, distorsionando mi mundo inundándome de dolor, con el transcurso de los años la salud de mi abuelo empeoro s e marchito como los pétalos de una flor. La inocencia no me permitía entender que e staba sucediendo, solo sé que estaba postrado en cama, me sentía inútil sin poder a yudarlo, rogaba a las hadas que Permitieran que se levantara de aquella cama. Pensé q ue el villano de los cuentos había encontrado mi mundo y quiso adueñarse de el a l ser imposible utilizo la venganza, inundando mi vida de aflicción. Mi mente estaba c onfundida sentía, que estaba pasando hacer parte de una pesadilla. Una tarde de otoño la lluvia en el pasto no paraba de caer, sin apartarme de su lado el duende de la noche lo aparto. Sus manos lucían fría, su mirada yerta, mí llanto rompía el silencio de aquella tarde gris donde el mundo se revelaba en mi contra. Le gritaba no sierres tus ojos viejito querido mírame, cuenta las historias que solías contar, regresa dime princesa. Necesito escuchar tus palabras de sabio. El esfuerzo fue en vano no podía escucharme. Mi madre al saber lo acontecido me envió a la ciudad, no podía acostumbrarme, era muy diferente a mi paraíso. Recordaba los valles las nubes que tanto me divertían. Jamás regrese al lugar que a través de un juego aprendí a ver el mundo de una forma m aravillosa. Hoy no estoy arrepentida, con el tiempo me adapte a la ciudad d esacostumbrándome a las ilusiones, enfrentándome a la realidad que desconocía. En la ciudad construí mi propio mundo ahora me dedico a Dios y a la literatura, en la cual me e smero para que a través de una historia la imaginación del lector vuele, y forme parte d e esta. Atraparlo en mi mundo donde los sueños cobran vida, y las aventuras están por doquier , donde los Viajera son a lugares asombrosos. Después de los años s comprendí los acertijos, todo esta claro, él solo quería mi felicidad quiso que viviera mi i nfancia que es la etapa, más bella de la vida que solo la vivimos una vez, y es el sueño as precioso. Al contemplar las montañas el deseo de regresar a esa etapa embargan mi m ente de una emoción infinita. Nunca olvidare esta frase, quisiera volver a jugar para s iempre recordar y aquellos recuerdos de ayer jamás poder olvidar. Siempre permanecerán en mi memoria, el esplendor del el valle, y por supuesto al abuelo quien incrusto en la mente de esa pequeña niña un recuerdo q ue plasmo mi vida y vivirá siempre en mi corazón.
Memorias de ayer
Escuchaba esa canción aquella que suena a lo lejos cuando apena era una niña. En la casa que nos entrego la abuela para vivir algún tiempo. En ese entonces era el mundo diferente o las personas diferentes, el tiempo se tornaba con más calma, las mañanas eran más duraderas y las tardes mucho más alegres, la noche más oscura y divertidas. El grillo o saltamontes con todo su trinar se apreciaba, para estos días ya ni eso, cuanto extraño la sonrisa del vecinos, su entrega por ayudar, su lucha era nuestra lucha sus tristezas eran la de todos, sus triunfos fueron nuestro. A si como el anciano que por las calles vendía carbón, con su rostro risueño y su voz casi melódica rompían el aire gritando carbón, carbón, una y otra vez. Muchos son los recuerdos que trae a mi mente esa canción que suena a lo lejos, invadiéndome con un hilo de nostalgia. Puedo ver en mi recuerdo las muchachas de esos días saltar la cuerda a mitad de la calle, y a los chicos esconderse de tras de los arboles, veo el cielo, aquel cielo indescriptible con cierto aire de felicidad. Las fiestas de aquellos días eran incomparables, puros reventones sanos en donde terminábamos ebrios de risas y de gozo, viviendo los segundos como si fuesen últimos.El sol no era tan ardiente se mantenía sin furia tibio y ligero. Las enfermedades pasajeras, no mortales, la tristeza compartida era menos angustiosa, los encuentro sin el morbo ni cocaína eran más eufóricas, los cocteles con poco o sin alcohol era la mejor delicia, el abrazo sincero sanaba el alma afligida. Cuando añoro aquellos días, sin duda la vida continúa dejando atrás el pasado
sábado, 10 de octubre de 2009
Dimension diferente
No había bailando tanto como lo he hecho en estos días, sin temor a que alguien fuera a detenerme, vociferando palabras que no fueran de mi agrado. Vestí de colores vivos mi cuerpo reflejando en si mi alegría y mis cabellos sin preocupación tienden a jugar con la brisa. Cuantas frases alcanzaron mis labios, salieron erguidas presumiendo, nadie pudo controlarlas, e incluso no se escucharon esas risas al final del salón, solo esos espectadores sentados por todos los lados cada cual sumergidos en su mundo interior. Ayer recorrí descalza las calles de la ciudad, mientras figuras en movimientos inclinaban sus rostros en dirección a la de sus compañeros susurrando, que? No lo se, tampoco importa, mi vida es diferente a la de los demás, es bella, alegre. Puedo pensar sin limitación, a nadie le interesa mis asuntos, no hay criticas volaron como las ave, fue mucho la demora para entenderla, pero nunca es tarde, aprendí y empecé otra ves. La ciudad antes me parecía peligrosa y aburrida, reconozco que me equivoqué, es muy hermosa, lo cierto que no deja de parecer espléndida, me recuerda el cielo al oscurecer juntos a sus lucecitas. Oh libertad, he gritado tres veces libertad, al descubrir la rosa y sentir su perfume firme, al escuchar la rana contar su historia al universo y este muy atento la escuchaba. ¡Oh es tarde ya! debo regresar, pero debo de confesarles que jamás me sentí tan feliz hasta que llegue al manicomio.
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